Los alimentos elaborados a base de semillas de cáñamo contribuyen con un aporte nutricional extra, fundamental, en tanto que los comestibles a base de cáñamo son fuente de ácidos grasos esenciales, como el Omega 3 y 6, muy ventajosos para la salud.
Las semillas de cáñamo, por su nutritivo aceite y a sus niveles elevados de proteína, son, por unidad de peso, un producto de cultivo industrial aún más valioso que la fibra de cáñamo. Una vez recogidas, las semillas de cáñamo se limpian y ya pueden procesarse de múltiples formas. Las semillas de cáñamo enteras pueden pelarse, un proceso en que la cascarilla de la semilla se aparta del grano, rico en aceite.
Tanto la cascarilla como las semillas de cáñamo peladas pueden emplearse para realizar una extensa pluralidad de productos nutricionales. Las cascarillas pueden emplearse como comida para animales o bien como suplemento dietético de fibra para humanos.